ESKERRIK ASKO, GRACIAS

Me siento del todo abrumada (lo siento pero no he encontrado otra palabra menos pedante para decirlo) ante todas las muestras de apoyo y cariño que estoy recibiendo.
Nunca pensé que el blog iba a tener tanta repercusión ya que fundamentalmente lo hacía como entretenimiento y desahogo particular.
Desde luego os diré que lo único que intento es ser feliz con las cartas que me han tocado jugar y que, aunque son bastante feas, son las que son y ya, sin más vueltas. Pero también os diré que se puede, porque SOY FELIZ y con mayúsculas.
Ni mucho menos pretendo dar lecciones de vida, no soy ninguna superwoman ni nada por el estilo y los malos ratos son malos de narices o peores y no queda otra que pasarlos. Pero… ¡ qué diferencia es teniendo todos los hombros del mundo para apoyarte y que siempre están, y brazos y manos para agarrarte y que también están ahí sea cual sea la hora, lugar o condición!
Y así llevo tres años, recibiendo, recibiendo y recibiendo, por parte de todos, desde el principio y sin condiciones.
La palabra GRACIAS se queda vacía.